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Alegría de compartir la magia

De esos sabores y aromas 

Que manan y emanan de la memoria

En una danza embriagadora de sensaciones

Viviendo y re-viviendo lo que fuimos 

Lo que somos y lo que seremos

 

La mesa de los abuelos 

Guisos, risas, conversa, mostos y tiempo 

Será otra la época será otra la moda

Pero los recuerdos se pegan al alma

Como el caldo de la empaná en la camisa

 

¿Qué se come cuando se come?

¿Qué se toma cuando se toma?

Se preguntaría el poeta 

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La Alegría de vivir la magia de la cocina

La Alegría de un abrazo

Alegría de compartir

De escuchar y que nos escuchen

De apañar y que nos apañen

 

La Alegría alegre de los niños 

Alegría de jugar, trepar, saltar

Alegría de estar juntos 

 

La Alegría del salú’ por los triunfos

Y también por los porrazos 

Por las penas que nos penan

Y por los penales que no nos cobraron

Juegue, juegue… el dictamen de la vida

 

Por los amores que nos quisieron y no quisimos

Y por los que quisimos y no nos quisieron 

Alegría por amar y ser amado … Si, a veces, gracias

 

Alegría de vivir 

Alegría de estar aquí  

 

Como dijo Neruda: “El último apaga la Luz”… ¿o fue Huidobro?